Hoy, he decidido que no estoy enamorada de ti.
No lo estoy, solo estoy encaprichada de tu cara, de tu cuerpo y de tu voz.
No estoy enamorada, no.
¿Por qué, acaso me distes motivos para enamorarme?
Que va, tu cara, tu cuerpo y tu voz no son motivos...
Es una decisión complicada pero... ¿no es correcta?
No hay comentarios:
Publicar un comentario